Luis Felipe Moro Morey --médico siquiatra, naturista, docente universitario y sicoterapeuta-- ha escrito un poemario donde reúne tres elementos que han hecho posible la conformación de "Versos terapéuticos para el alma" (2012): lenguaje poético, temas adecuados y vocación de creador literario. Desde el título encontramos el propósito de la escritura. Los versos de Moro tienen el objetivo de resarcir males del espíritu o fortalecer las virtudes de la personalidad. La poesía seduce la sensibilidad del lector.

En los versos de Moro,la libertad hace feliz al hombre, y lo que falta se obtendrá cuando haya una decisión oportuna. El ave es el símbolo de la libertad. La automotivación radica en la misma persona. La vida es un bien preciado para disfrutarla con intensidad. No se vive del pasado, sino del presente real, concreto. Nadie es eterno. Dios ocupa un sitial predominante en la vida y en la historia. También se aborda el tema de la paz como un derecho que nadie puede arrebatarnos. Si hay voluntad todo tiene remedio, incluso las heridas más lacerantes del alma tienen un cicatrizante. La libertad, la felicidad y la paz constituyen los ejes temáticos que atraviesan los treinta poemas escritos por el doctor Luis Felipe Moro Morey. La lectura de estos versos tonifica el espíritu. Llegamos a la conclusión de que vivir con estrés, agitado y adicto a los que haceres diarios no tiene sentido. Se puede ganar mucho dinero, gozar de confort y disponer bienes materiales, pero si no hay paz espiritual, nada de eso sirve. La vida se mide no por la cantidad de fortuna ni fama acumuladas, sino por la intensidad de los ideales y de tranquilidad emocional.

"Versos terapéuticos para el alma" es un poemario de autoayuda, como los libros en prosa. La poesía está hecha de palabras. La palabra tiene poder. Una palabra estimula,desinfla la autoestima, hace reír,puede destruir la vida y el futuro, resucita el espíritu, excita los sentidos, produce llanto, risa, ira. Estos treinta poemas dan respiro a la rutina, el trabajo absorbente y a las dudas existenciales. No basta comer, respirar y digerir, sino, y quizá con mayor relevancia, vivir bien, sin prejuicios ni resentimientos, sonreír antes que enojarse.Todos tenemos un mundo interior rico, variado y potencial, que debe sintonizar con las vivencias conscientes y concretas. Todos necesitamos una terapia para vivir en paz con uno mismo y con los demás.